La dinámica de los bonos soberanos en dólares surgidos de la reestructuración del año pasado continúa siendo negativa, acelerando recientemente la presión bajista en los precios y disparando TIRs y spreads a nuevos máximos. Los factores adversos que los afectan van en aumento mientras van menguando los atractivos. En este punto el mercado comienza a hilar fino y trata de minimizar efectos adversos eligiendo entre los distintos componentes de la curva.
Las emisiones en pesos que exceden el corto plazo de una Letra a Descuento han tenido resultados desfavorables las veces que se ha intentado apostar a expectativas decrecientes en variables clave como la inflación. Los BoTes emitidos durante el gobierno de Mauricio Macri fueron el último experimento. Y todavía dan batalla pese a la distancia que aún nos separa de una economía normalizada.
Aún quedaría camino por recorrer para volver a la situación previa al desarme de posiciones en pesos antes de las PASO para la curva de títulos indexados por la inflación minorista.
Vemos en el diferencial actual dos mercados operando bajo distintos estadíos, uno siguiendo los precios del mercado offshore de Globales, netamente bajo presión, y el otro moviéndose en función del movimiento del tipo de cambio implícito onshore.
La curva CER (Letras y Bonos) ya opera con piso de 3% real (inflación minorista + 3% anual), muy lejos de los rendimientos negativos que supo tener en un par de momentos durante este año.
Gustavo Lucioni compara dos bonos CER, el TZX26 y el TZX27, notando la importancia del plan de trading y/o inversión. ¿Conviene analizar TIR o paridad?
En busca de alternativas interesantes de inversión, Gustavo Lucioni analiza la Letra del Tesoro Nacional S14M5, que ofrece buena rentabilidad en caso de que el dólar y la inflación permanezcan tranquilos.